BENGALA - Un gladiador contemporáneo
Teatro
Bengala
de Alfredo Megna. Con Néstor Navarría
Escenografía: Daniel Prieto, Iluminación: Jorge Merzari, Prensa: Tehagolaprensa, Producción: Daniel Álvarez, Mariano Pedini.
Dirección: Leonardo Odierna y Armando Saire
Temporada 2007. Teatro IFT
MUY BUENO
Un legendario boxeador argentino sostenía que en el mundo, no hay nada más solitario que el momento en que se quedaba sobre el ring, frente a su contrincante. Hasta se explayaba, diciendo que en esos instantes que duraba cada round, el tiempo se aletargaba y parecía detenerse, hasta que volvía a sonar la campana.
Mucho de este mundo, casi paralelo al real, que habitan los pugilistas, fue reflejado con maestría en “Nosotros los monos”, el documental nacional sobre la vida y la muerte del púgil pampeano Mario Palladino, fallecido en combate, que Edmund Valladares filmó a fines de la década del sesenta, y en el que exploraba las consecuencias de semejante deporte una vez que las luces del estadio y el triunfo se apagaban.
Bengala
de Alfredo Megna. Con Néstor Navarría
Escenografía: Daniel Prieto, Iluminación: Jorge Merzari, Prensa: Tehagolaprensa, Producción: Daniel Álvarez, Mariano Pedini.
Dirección: Leonardo Odierna y Armando Saire
Temporada 2007. Teatro IFT
MUY BUENO
Un legendario boxeador argentino sostenía que en el mundo, no hay nada más solitario que el momento en que se quedaba sobre el ring, frente a su contrincante. Hasta se explayaba, diciendo que en esos instantes que duraba cada round, el tiempo se aletargaba y parecía detenerse, hasta que volvía a sonar la campana.
Mucho de este mundo, casi paralelo al real, que habitan los pugilistas, fue reflejado con maestría en “Nosotros los monos”, el documental nacional sobre la vida y la muerte del púgil pampeano Mario Palladino, fallecido en combate, que Edmund Valladares filmó a fines de la década del sesenta, y en el que exploraba las consecuencias de semejante deporte una vez que las luces del estadio y el triunfo se apagaban.
Estos detalles de soledad, angustia, el futuro incierto y la lenta, inexorable degradación, también son reflejados con potencia descarnada en “Bengala”, el relato unipersonal escrito por Alfredo Megna, y que dirigen, con mano maestra, Armando Saire y Leonardo Odierna.
En apenas cincuenta minutos de función, el actor Néstor Navarrìa, de notable potencial escénico, recorre las frustraciones de un luchador que enfrenta sus miedos pasados y futuros; y que se resiste a abandonar el ring, empecinado en combatir contra un joven contrincante, como única posibilidad laboral.
La iluminación de Jorge Merzari y el tratamiento ascético del espacio, acentúan, con escasos recursos técnicos, la desmesura de este desangradero escénico en el que Navarrìa asombra con su trabajo físico de enorme concentración, en un texto que lo obliga, apenas apoyado en sutiles cambios de tono, a asumir las voces y carnaduras de los seres que lo rodean y lo acosan.
El Bengala Gòmez describe sensaciones, ruidos, comentarios y hasta olores que someten al espectador a una atención no exenta de momentos tiernos, en una obra donde es fácil encontrar el eco personal. Porque en definitiva, si bien algunos pueden sobrellevar con soltura la vida cotidiana, más de una vez nos sumergimos, como estos gladiadores contemporáneos, en las turbulentas profundidades de un abismo.