14 de agosto de 2008

EXPEDIENTES SECRETOS X: QUIERO CREER - Una cita con el pasado

Foto: 20th Century Fox

EXPEDIENTES SECRETOS X: QUIERO CREER (The X Files: I want to believe) (EEUU/2008)
Intérpretes: David Duchovny, Gillian Anderson, Amanda Peet, Billy Connolly y elenco.
Música: Mark Snow
Dirección: Chris Carter
Distribuidora 20th. Century Fox – Duración: 110 minutos – Apta para mayores de 13 años.
Calificación: BUENA

Hace seis años los populares agentes del FBI, Fox Mulder y Dana Scully, archivaron los últimos expedientes y se retiraron. Pero la imaginación de Chris Carter -productor original y creador de “X Files”- los hace volver al ruedo en una nueva aventura cinematográfica donde Mulder (un gélido Duchovny) se entretiene viendo crecer su barba diariamente y Scully (la eternamente escéptica Anderson) consigue regresar a su antigua profesión de médica.
El desarrollo del cuento que explica el regreso de los héroes, y enlaza la figura del Padre Joseph Crissman (el siempre eficaz Billy Connolly), con la tortuosa historia del ruso que necesita trasplantar su cabeza a cuerpos femeninos de mujeres secuestradas, es un tanto forzado: Un sacerdote católico, acusado de pedofilia, puede ayudar a desentrañar con sus visiones – curiosamente, el único elemento sobrenatural de la cinta- las hasta entonces extrañas desapariciones. De ese modo, los investigadores corren tras los pasos de un exótico grupo de soviéticos especialistas en esos bizarros experimentos médicos.
Aunque el relato cinematográfico se empeñe en tornarla verosímil - ayudado por impecables rubros técnicos - la trama avanza con lentitud, en medio del gélido paisaje de la zona rural de Virginia. Encima, no resulta eficaz la forma excesiva de ahondar en la relación personal de los protagonistas.
En “Expedientes secretos X – Quiero creer” hay pocas de las constantes que durante nueve temporadas – y un filme anterior – hicieron las delicias de sus adeptos televisivos y los seguidores del género. Esta vez la abducción de seres humanos y las formas de vida extraterrestres son dejadas de lado por una cuestión de fé que cuesta encontrarla atractiva.
A pesar de los reparos, los fanáticos de la serie no saldrán defraudados y aportarán sus propias deducciones para dilucidar la sórdida verdad.