FRANCIS BACON - LA PUNTA DEL ICEBERG - CENTRO CULTURAL BORGES - 30/6 AL 20/7
inauguran la muestra
Cierre: 20 de julio.
Charla abierta del crítico de arte Edward Lucie-Smith el martes 29 a las 19 hs.
C. C. BORGES
Viamonte y San Martín
Lun a sab de 10 a 21 hs. - dom de 12 a 21 hs.
5555-5453
Industrias Culturales Argentina y el Centro Cultural Borges, junto a los curadores Edward Lucie-Smith y el Italiano Massimo Scaringella, lograron lo que parecía imposible, traer la obra del gran artista irlandés Francis Bacon.
Cuarenta dibujos del artista constituyen el cuerpo de esta muestra. Se trata de los “dibujos italianos” de Bacon, que el escritor Giorgio Soavi definió como “extraordinarios”, comparables a sus mejores pinturas por su calidad e intensidad, y que por años han sido el centro de una larga y compleja vicisitud concluida felizmente en el 2004 con un proceso que ha decidido definitivamente su autenticidad.
La opinión universal que hasta ese entonces acompañaba la memoria del artista, señalaba que Bacon no dibujaba, y si lo hacía, se creía que inmediatamente destruía sus dibujos. Dicha opinión no era del todo cierta, y estos dibujos, como define David Sylvester, serían la prueba de apenas conocer “la punta del iceberg” en el mundo artístico de Francis Bacon.
Los dibujos fueron realizados por el gran pintor irlandés entre comienzos de los años ochenta y 1992; año de su muerte, en diversos momentos, pero sobre todo durante los numerosos viajes a Italia en los cuales el artista, por su temperamento volcánico y por el natural anticonformismo que lo distinguían, evitaba la compañía de críticos, expertos de arte y periodistas, para entretenerse únicamente con amigos completamente extraños al mundo del arte. Entre éstos, Cristiano Lovatelli Ravarino, amigo cercano de Bacon, fue a quien el artista dejó la mayoría de las obras expuestas.
Estos dibujos, realizados a modo de escenas individuales, descubren personajes sometidos al filtro de deformaciones y alteraciones escabrosas que delatan la impronta del artista. Se trata de concentraciones de imágenes, esta vez hechas en papel, que resuenan una vez más el reconocimiento de Bacon como uno de artistas más originales del siglo XX. Entre los temas de las obras aparecen los Papas, inspirados en el Retrato de Inocencio X de Velázquez, la Crucifixión, retratos y autorretratos.
“Haciendo estos grandes dibujos a una edad tardía, parecería casi que Bacon haya querido hacer una especie de juego consigo mismo”, subraya además el histórico del arte inglés. “Estos dibujos, que no eran realizados para ser expuestos durante la vida del artista, ofrecen una especie de meditación interior sobre las obras hechas anteriormente, cosa no del todo sorprendente para un artista que sabía ser inclusive al fin de su propia carrera”.