8 de febrero de 2007

Ricky Pashkus

En primera persona:

Desde muy chico mi hermano Tommy, el jefe de prensa por todos conocido, fue testigo de mis ansias, de mi vocación y de mi deseo (que por momentos debo admitir oscilaba entre el trabajo de actor y el de bailarín), siempre con una clara expectativa de que sea trascendente. Cabe aclarar que en esa época también mi hermano quería ser actor, y yo tendría 10 o 12 años.

Un día, entre obras creadas en casa (por ejemplo, una imitación de “Los Caprichos del Invierno” de Midón, con nuestros familiares, en el living de casa, transformados en obligados espectadores), y otros juegos artísticos (como bailar en la puerta del Teatro Colon, imitando a Nureyev), le dije a Tommy: “Vas a ver que yo voy a ser famoso!”, Tommy me contesta, “nooo…”; “Voy a ser tan famoso como…..Doris Day” (perdón a los jóvenes que no van a entender la anécdota), aclare. Tommy se mantuvo firme, “noooo…..”, fue nuevamente su respuesta. Y lo desafié, “te lo apuesto”. “Es imposible“, me retruco. Entonces escribí en un papel, “seré más famoso que Doris Day”, y lo guarde en un cajón.


No hace falta que aclare que no sé donde está el papel, que recuerdo a Doris Day con mucho cariño, que lamento saber por los chismes que terminó borracha y sufriendo; pero, insisto, me hubiera gustado ser tan famoso como ella.

Ricky Pashkus
Coreógrafo, director teatral y maestro de danza
http://www.rickypashkus.com.ar/